Elimina la libertad de elección si tienes déficit de atención.

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Si tienes déficit de atención y eres un adulto, como yo, el hecho de tener varias opciones disponibles supone que generalmente no vas a elegir la más adecuada, si no la que más llame tu atención. No me refiero a importantes elecciones personales sobre la vida, si no más bien a pequeñas cosas cotidianas. Son estas pequeñas cosas las que, sumadas, hacen el grueso de la vida. Y muchas se pueden incorporar en rutinas eliminando la necesidad de pensar cómo y porqué lo hago. Quizás debiera cambiar el título por: elimina la libertad de elección siempre que sea posible.

Mejor un ejemplo:

Puedo empezar el día cargado de buenas intenciones, ir hasta el ropero a coger algo que ponerme, y descubrir 20 minutos más tarde que aún no he elegido ropa y que además me he distraído pasando las hojas de ese calendario viejo sobre aves que había guardado en una esquina para « hacer algo con él » algún día. Por cierto, ¿qué hace aquí este calendario? Debería haberlo tirado ya… Ya llego tarde a trabajar.

Identificar dónde puedo restringir mi libertad de elección

Identificad aquellas pequeñas cosas del día a día en las que no es necesario realmente pensar, solo hacer. O en las que no merece la pena gastar demasiada energía. Para cada persona suelen ser cosas diferentes. Cosas que se pueden incluir en rutinas y reducir la necesidad de pensar y/o elegir. Por ejemplo, elegir previamente la ropa de la semana, para no perderse buscándola por la mañana. Hacer una lista de la compra es una forma simple y comúnmente usada por mucha gente para no perder el tiempo en el supermercado y no olvidarse cosas. No imagináis la cantidad de horas que vais a salvar al año.

De hecho, si eres adulto/a y tienes déficit de atención, probablemente utilices ya listas, y listas de listas... Yo he refinado las mías hasta crear rutinas periódicas que me facilitan la vida a largo plazo. Y no, no es perder el tiempo en absoluto. No hacerlas, en cambio, sí que conduce a perder el tiempo, la paciencia, la mente y el ánimo, cuando de repente el caos se apodera de mi vida, lo que sucede con bastante frecuencia.

Un punto muy importante son las comidas

Yo preparo una lista de menús semanales para no tener que pensar durante la semana qué voy a comer. Parece algo muy simple y común, ¿verdad? Pues no sabéis lo difícil que resulta a veces convencerse a sí mismo de lo importante que es. Si alguna semana no hago mi lista de menús, muchos días comeré cualquier cosa, con tal de quitar el hambre, que no será sana ni para mi mente ni para mi cuerpo. Me sentiré mal físicamente, pero mi rendimiento mental será muchísimo peor: estaré más distraído, tendré sensación de niebla…. No olvidéis que somos lo que comemos. El cerebro funciona mucho mejor si comemos bien, y sobre esto haré una entrada del blog próximamente.

Busca “ayuda” externa, directa o indirecta.

La ayuda externa para eliminar la libertad de elección a veces viene de la mano de otras personas o incluso animales. Las hormigas que viven en mi edificio no me dejan elección, y me obligan a tener la cocina siempre recogida, sin restos de comida por ahí. El castigo por no hacerlo es ver a cientos de hormigas revoloteando sobre la encimera. Si lo tengo recogido, sólo veo una o dos al día. ¡Gracias hormigas!

Si tenéis algún proyecto entre manos, o tareas que queréis hacer ya, tener a alguien que os presiona de vez en cuando y está esperando resultados es mano de santo. También es muy importante tener fechas límite, como veremos en otra entrada del blog. Esa jefa que te pregunta todos los días cómo va tal o cual proyecto, hace que te te lo pienses dos veces antes de elegir otra cosa que hacer en este momento.

La persona con la que convives que te pregunta por esos nidos de ropa sucia te ayuda a hacer que recojas tu ropa en vez de ponerte a ver vídeos de YouTube. Probablemente después de recoger la ropa ni siquiera te apetezca ver videos.

El perro que viene a molestarte para que le saques a pasear cuando estabas mirando el móvil, y te obliga a moverte. Moverse es muy importante cuando tienes TDAH. Lo mejor es hacer deporte, pero caminar ya es un gran paso. La vida sedentaria hace que nuestros cerebros sean como setas.

Una vida sedentaria es el verdadero pecado contra el espíritu. Solo aquellos pensamientos que surgen al caminar tienen valor.

F. Nietzsche

También la tecnología nos puede servir de asistente y ayudar a limitar la libertad de elección, y hacer cosas que nos cuesta empezar. Pero la tecnología tiene sus peligros de distracción, aunque no tengas déficit de atención en adultos. Sobre esto hablaré en otra entrada del blog.

Otros ejemplos

La lista de ejemplos es interminable y el único límite es la imaginación. Yo por ejemplo he terminado por comprar siempre todos los calcetines del mismo tipo y color. Sólo tengo dos tipos, de hecho: para hacer deporte y para vestir. Esto elimina notablemente, creedme, el riesgo de que termine mirando lo que hay en el fondo de la cómoda.

Procuro elegir el domingo por la tarde la ropa que voy a poner durante la semana, y la dejo colocada. Cuando llega el lunes, martes, miércoles… no tengo que pensar, cojo directamente lo que hay primero. Lo que voy a comer entre semana ya está decidido el domingo…

Quedo siempre que puedo con algún amigo para hacer deporte. Planifico las reuniones temprano para llegar antes a la oficina, etc. Si hay otras personas envueltas, mejor. Si tuviera asistente, le daría mi agenda, creedme. Pondría yo mis reglas al principio, pero después sería mi asistente quien me marcaría mis reuniones, me recordaría eventos… eliminar la libertad de elección puede parecer una tiranía, pero al final salgo ganando.

Al igual que otras personas que he conocido con déficit de atención, este tipo de restricciones nos resultan particularmente molestas. Pero creedme, son absolutamente necesarias.